Guía de cuidado y mantenimiento de las llantas

Las llantas son el único elemento del vehículo que hacen contacto directo con el piso por tal motivo es necesario que estas se presenten en un óptimo estado. La manera más fácil de garantizar un correcto desempeño de las llantas es realizar una revisión de manera periódica donde se verifican tres aspectos básicos, la presión adecuada, el desgaste parejo de la banda de rodadura y la presencia de daños.

  1. Mantener la presión de inflado al nivel recomendado.

Es necesario mantener una presión de aire adecuado para lograr un desempeño óptimo de la llanta, preservar la seguridad y ahorrar combustible, este nivel de aire es recomendado por cada fabricante del vehículo, generalmente esta información se encuentra en un rotulo pegado en el marco de la puerta del conductor o en el manual del fabricante.

Una presión demasiado alta o baja puede causarle problemas, cuando la presión de aire disminuye es probable que aumente el consumo de combustible, que se desgaste de forma irregular la llanta y empeore el rendimiento de la llanta.

Es recomendable que al reemplazar la llanta se cambie también la válvula de inflado ya que al ser del mismo material que la llanta, con el paso del tiempo se degrada por factores como el calor o golpes; El deterioro de la válvula puede causar una perdida gradual de aire.

2. Revisar las llantas para determinar su desgaste.

El desgaste irregular reduce la vida útil de la llanta, por norma la llanta debe tener una profundidad de labrado superior a 1.6 mm en su banda de rodadura. La llanta puede sufrir un desgaste prematuro por su parte central cuando hay una presión de aire excesiva o por el contrario cuando el desgaste se presenta por los hombros que es la parte lateral de banda de rodadura se da es por baja presión de aire o en algunos casos por problemas de alineación.

Es recomendable rotar las llantas de manera periódica aproximadamente cada 5.000 o 7.000 km, de esta manera se previene su desgaste irregular y prolonga la vida útil de la llanta.

3. Revisar las llantas para determinar daños.

Una llanta dañada puede causar graves problemas y afectar la seguridad del vehículo. Los daños se pueden identificar fácilmente de manera visual, algunos de los más comunes son cortes laterales, rasguños, agrietamientos, protuberancias y rajaduras en la banda, se presentan generalmente por piedras u otros objetos que se incrustan en la llanta, contacto con el borde las aceras, estiramiento excesivo debido a una presión de aire inadecuada, degradación causada por el calor, sobrecarga a las llantas por excesivo peso.

Por eso, en la RTM & EC uno de los ítems a evaluar es la profundidad de labrado de las llantas como el estado de las mismas con el fin de evitar accidentes que pongan en riesgo la vida de los tripulantes como peatones en la vía.

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